Llevaba con ganas de hacer una salidita desde hace mucho, pero entre semana no veo casi a mi hija y me gusta aprovechar los fines de semana para jugar con ella, y como todas las salidas eran muy largas pues no me podía apuntar a ninguna.

El sábado Superjavi y yo quedamos en que el domingo teníamos que hacer algo, aunque fuera con las bicis, ya que él se había quedado con el mono después de su incursión submarina de la semana pasada y yo como ya he dicho me moría por meter la moto por lo marrón, así que quedamos en hablar el domingo por la mañana.

Llegado el domingo quedamos en el garaje a las 11.20 de la mañana para una salidita corta. Super me había comentado que cerca de nuestra casa había bastantes caminos, así que dicho y hecho, nos ponemos en ruta a ver si encontrábamos los susodichos caminos.

Por la carretera ya los situamos así que nos metemos en faena. No habíamos circulado ni 2 km por lo marrón cuando nos encontramos que el camino estaba roto y no podíamos pasar, había un desnivel de unos 2 metros que nos lo impedía. Super que iba delante, en vez de fijarse en un senderillo que había decidió tirar por las bravas y seguir, por dentro el cauce de un riachuelo medio seco pero con un suelo muy arenoso, total, 20 min sacar las motos de allí.




Salimos de una para meternos en otra


Los dos en apuros


Superjavi empapado


Una ayudita y arriba




Una vez arreglado el desaguisado nos encontramos con 2 hermanos, Jaime y Diego (creo), que venían por donde nosotros queríamos ir. Muy amablemente no solo nos indicaron el camino sino que además hicieron de guías. Mejor dicho, Jaime nos iba guiando, el problema es que él tenía 18 años y una KTM de 125 de cross. Su hermano pequeño, Diego, tiene 14 años y era su primera incursión por lo marrón, así que iba casi como nosotros con nuestras vacas.

Con un poco de maña y muchos huevos se puede bajar de todo


Durante unos cuantos km disfrutamos de su compañía, su guía y unas zonas que no conocíamos y que sin duda volveremos a “trailear”. Nunca había pensado que pudiera notarse tanto el peso de una moto, pero yo detrás de la KTM con mi gesita iba alucinando pepinillos de cómo andaba, saltaba, se levantaba… todo un espectáculo para mi, acostumbrado a mis 200 kilos de moto.

Aquí con nuestros acompañantes "cross-endureros"


Sobre las 12.50, nos despedimos de los hermanos, un fuerte abrazo si nos leéis, y Super y yo decidimos seguir por un camino en bastante buen estado. La mala suerte y nuestra impericia hicieron que Super se metiera por una zona muy embarrada, cayéndose y partiendo la maneta del embrague además del retrovisor izquierdo. Después de levantar la moto, nos tuvimos que apartar porque venía un Wrangler a toda leche. En esa maniobra se me cayó la moto y partí la sujeción del retrovisor derecho.

Justo antes del "desastre"


Total, la vuelta a casa por carretera, con Superjavi cambiando de marchas a capón, pero encantados de la mini salida y esperando repetirla muy pronto.

Que fea con solo espejo


PD. Perdón por tan pocas fotos, pero teníamos poco tiempo y los “hermanos” iban lo suficientemente rápido como para no cortarles el rollito, así que la próxima más y mejor

Un saludo