Qué razón tiene el saber popular, y cómo no, no podía ser menos para aquello de “Lo que mal empieza…”
El caso es que esta vez los pequeños inconvenientes no han podido con lo que creo que para todos nosotros ha sido un magnífico finde en compañía de motostrail.
Lo poco malo: Pinchazo de última hora en mi rueda trasera el jueves a la tarde-noche. Prisas de última hora para reparar enseguida y estar el viernes a tiempo.
Chapuzón y pies mojados durante la ruta del sábado, con las consiguientes risas y chascarrillos del personal. Qué se le va a hacer! A alguno le tenía que tocar.
Aparatoso accidente de un endurero al que nos encontramos, con presunta fractura de brazo incluida: Al menos podemos aprender un poco más que lo peligroso no es el enduro en sí, sino la velocidad. Marc recupérate pronto.
Y cómo no, para hacer bueno el refrán, pinchazo a 25 Kms. de casa. Con lo que había madrugado para ver pronto a la family!
Lo muchísimo bueno: Como siempre en las kdds, el personal las rutas y los paisajes se llevan la palma. No me voy a extender con sentimentalismos y no voy a dar nombres para no meter la pata, pero sí dar las gracias a los organizadores por tenerlo todo tan a punto.
Espero que ésto solo sea el pié para una verdadera crónica de la kdd por parte de los especialistas en estos asuntos.
Entretanto ahí van unas fotos de ayer por la noche y de la vuelta a Pamplona.