A eso me refiero, a ese sentimiento de complicidad que da el saber que aunque no nos conozcamos de nada y posiblemente no nos conoceremos, sabemos que amamos las motos y el mundo que las rodea, y precisamente parte de ese mundo somos nosotros, que al ver a un motero en apuros nos paramos para ayudarle, que al quedarte tirado sabes que un compañero te va a ayudar.
Ese sentimiento es increible.
Cuando mi padre me regaló mi primera moto (Yamaha TZR 80 N), me dijo unas cuantas cosas: el casco es como los calzoncillos, siempre hay que llevarlo puesto, cuando veas a alguien tirado en la carretera para y ayudale porque al quedarte tu tirado siempre parará alguien a ayudarte, y siempre que puedas saluda en V y da ráfagas, pero con las ráfagas ten cuidado con la guardia civil...
Ese momento nunca lo voy olvidar y el momento que saludé por primera vez y fui saludado por primera vez tampoco, me acuerdo como si fuese ayer, camino de la cruz verde con mi padre delante de mi en su coche y yo en mi flamante Yamaha TZR, vi de lejos una Suzuki GSX600F que al pasar junto a mi me saludó, evidentemente le devolví el saludo, aunque no me atreví a soltar la mano entera del manillar pues era novato.
SALUDOS A TODAS Y TODOS EN V.





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