Como bien dice el refrán, y es que esta excursión se realizó hace ya varios meses (con esa cantidad de agua no se puede engañar a nadie), aunque primero largos problemas con mi conexión a Internet, después las vacaciones y, también hay que reconocerlo, un poco de dejadez por mi parte, nos han traído hasta hoy. ¡¡¡ Enreda, Canco y Nani no se lo van a creer¡¡¡, pero aquí esta la crónica.
El principal motivo de la salida fue el bautizo campero de mi hermano y su recién estrenada (aunque de segunda mano) BMW F650. ¡¡Y VAYA BAUTIZO QUE TUVO¡¡, no se si querrá volver con nosotros.
Quedamos en Guadarrama para dirigirnos por carretera hacia Ávila y allí empezar la parte campera.
Aquí el feliz debutante con Canco y Nani
Comienzo de las pistas. El día pintaba un poco negro, pero es lo que había.
Como por esa época llovió mucho algunos caminos estaban hasta arriba de barro.
Nani, Enreda y el todavía relajado debutante.
Y llegamos a un caudaloso río
Lo mejor de todo es que había un hermoso puente para cruzarlo, pero ya sabeis…..
El primer valiente fue Nani, que entró como un Miura, y aquí esta el resultado
Enreda tuvo que ir en su ayuda (que majete es el chaval).
Y después pasamos Canco y Yo. Mi hermano se rajó. Por ser la primera le dejamos…
La moto de Nani arrancó sin problemas, aunque soltó mogollón de agua por el escape.
Por si acaso desmontamos el filtro, aunque estaba seco.
Aunque otras cosas no estaban nada secas, je, je, je
Continuamos la ruta poniendo en práctica modernos y sofisticados sistemas de secado de calcetines.
Foto de grupo
De aquí fuimos a comer. El abuelete con su sopita…
Mientras comíamos se puso a llover a lo bestia y tuvimos que esperar un poco a que escampara. Cuando volvimos al tajo todavía llovía y la cosa tenia muy mala pinta. Las previsiones se cumplieron.
Antes pasamos por un bosque precioso con los pinos llenos de liquen.
Todo iba bien hasta que Canco decidió hacerse el valiente e intentar pasar el primero con su vaca burra mas sus ciento y pico kilos por un tremendo charco-barrizal. Empezó a hundirse y hundirse, dando cada vez más gas y soltando una fuente de barro por detrás de varios metros de alto, hasta que empanzó la moto del todo. No hay fotos del momento del rescate, pero os cuento que nos tuvimos que meter los cinco a tirar de la moto con una eslinga... y con el barro por las rodillas. Que no se me olvide comentar que todo lo que no nos había llovido hasta ese momento empezó a caer justo ahí. Como decía mi pobre hermano, el día de su estreno ¡¡ESPECTACULAR¡¡
Cuando por fin llegamos a un pueblo mi hermano decidió que para la primera vez era suficiente (además tenia algo de prisa, o eso decía..) y nos dejó.
El objetivo final de la ruta era llegar hasta el pueblo de Enreda. Antes nos tuvimos que dar la vuelta en un camino porque con tanto barro y el cansancio al final íbamos a pillar todos.
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