... o al menos es la descripción más aproximada de mis sentimientos cuando hoy dejaba en el concesionario mi XT660R.

Traición por muchos motivos: Primeramente, por las satisfacciones que me ha dado en los escasos dos años que la he tenido. En segundo lugar, por su comportamiento mecánico, con una ausencia total de incidencias; y en tercer lugar, porque la he cambiado por una WRF250, y para colmo, por debajo de lo que realmente vale. ¡Con lo bonita que ella estaba!

Realmente no sé si es culpa de la crisis o de que algunos moteros como yo seamos, cuando menos, un poco caprichosos. :roll:

Espero que también haga disfrutar a su próximo dueño como lo ha hecho conmigo, y me consuelo deshojando la margarita y tratando de adivinar qué maxitrail, bicilíndrica, de segunda y a módico precio por supuesto, será capaz de sustituir a mi ex XT660R.

¿Y quién sabe?, quizá algún día pueda desear de nuevo tener una.
;-)