Güenas gente, me voy a presentar...
Mi experiencia motera es la siguiente:
En los años 70 con tan sólo 7 u 8 años, cabalgaba a lomos de la Sanglas 400 de mi padre(de paquete claro, jejeje). Con ella hice cientos de kilómetros, ya que solíamos hacer bastantes viajes entre Málaga y Granada. De vez en cuando también tenía suerte y me tocaba ir de paquete con mi tio en su Laverda 1200, joer que maravilla de máquina.
En los años 80, en Sevilla teníamos entre todos los colegas una vespa 160 GT, que hacía unos willies de flipar, con ese culo que tenía tan hermoso, jejeje y también teníamos una Montesa enduro L de 75 o 125, que no me acuerdo bien de la cilindrada.
Posteriormente en los Madriles ya pasé a tener mis propios vespinos, hasta que en el 89 una señora de mil años, con un ford fiesta, se saltó un semáforo y me reventó un pulmón con dos de las 7 costillas que me fracturó, amén de fracturas de diversa consideración, un tatuaje asfáltico en la cara de por vida y 16 días en la maravillosa UVI, (bendita morfina, jejeje).
Ya en los años 90, en cuanto sali del hospital y conseguí convencer a mi madre de la peligrosidad de los vespinos, me compre una XT 350 que disfruté como un verdadero enano. Sólo la tuve seis meses en los cuales me iba todos los fines de semana al campo y hasta que no me metía al menos una hostia, no me volvía a casa. Lo cual me proporcionó una experiencia campera inaudita, jejeje.
A los seis meses de tenerla me dieron la pastaza de la indemnización por el accidente con el vespino y me compré mi primera XTZ 750 Superténéré, la mejor moto del mundo!!!(Una vez que le cambiabas el puto regulador). Ella y yo recorrimos juntos más de 92.000 kilómetros por todo España y Europa. Recuerdo que nos ajustábamos como un guante el uno al otro, era una auténtica maravilla. Pasados unos cuantos años de disfrute, un cabronazo sin papeles ni seguro, medio mamao, se cruzó en mi camino y en el del Vuke, aunque afortunadamente sin consecuencias para ninguno de los dos(íbamos muy, muy despacio), pero la moto se quedó tocada y la vendí como siniestro.
En los años dosmiles, me volví a comprar otra XTZ 750 en una tienda y fue una tortura, nadíe sabía que le pasaba ni siquiera en los talleres oficiales Yamaha daban con el problema. Sufrí con ella desde el primer día que me la compré hasta que conseguí devolverla al concesionario donde la compre unos pocos meses después.
Llevo enlatado y sufriendo las hemorroides en silencio, por lo menos 5 o 6 años. pero...
...Hoy con una sonrisa de oreja a oreja y tras haber probado una XT660Z Ténéré, he vuelto a sentir la libertad susurrándome al oído, sensación que espero que me dure por lo menos hasta el viernes, que es cuando me darán mi flamante Ténéré.
Os pido perdón por la chapa que os acabo de soltar y espero que nos crucemos pronto ;-)
Un abrazo
Jan
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