…Eso es lo que nos decía a Enreda, Chino y un servidor una pareja de forestales en una pista de más de cuatro metros con señalización vertical pero sin ningún aviso de prohibición a la circulación a motor….pero como dice chino “no adelantemos acontecimientos”.
Había que estrenar la moto nueva de chino (XT660) y hartarnos de montar en moto así que nos fuimos de fin de semana trail a Cuenca.
Comenzamos la excursión por campo desde la salida de Madrid por pistas anchas y fáciles con el suelo ligeramente mojado. El terreno agarraba bien y llevábamos tacos así que los kilómetros avanzaban y en poco tiempo estábamos cruzando la provincia de Guadalajara.
Algún enlace de carretera, alguna pista con algo de barro y a comer.
Después de la comida, y como todo estaba saliendo fenomenal chino y enreda deciden cambiar de montura para comparar (ya se sabe, las comparaciones son odiosas, pero había que cagarla de alguna manera). Pista rápida paralela a un río, buen ritmo y enreda que no viene….le llamamos…”se me ha caído el GPS y estoy buscándolo”…media vuelta y a ayudarle a encontrarlo. Nada, no hubo forma, algún agricultor va ha tener de regalo de reyes un GPS.
La pista se reviraba y pasaba a ir paralela a un vía de tren y el barro empieza a hacer acto de presencia continua pero soportable.
Cada vez mas barro, pero se podía ir bien. La pista se convierte en sendero, el sendero en zona cerrada…pero conseguimos pasar a una zona de montaña ya en la provincia de Cuenca.
Pista revirada de subida, altura, pinos, barro al límite, diversión, se va haciendo de noche pero ya estamos muy cerca de nuestro destino…..valla, cadena y candado.
Todo marchaba sobre ruedas…no podía durar.
Mira que llevábamos track de varias fuentes pero nada, no hubo manera, empezamos a buscar caminos alternativos pero la noche se cerraba y había que bajar la montaña.
Ya de noche, llegamos a un pueblo y enlazamos con carretera hasta el Hostal donde pasaríamos la primera noche.
En vista del ambiente que había en el pueblo nos fuimos a cenar a Cuenca capital. Entre del hartón de moto, la noche, y la fina lluvia que caía nos decantamos por pillar un taxi y así poder tomarnos “alguna bebida isotónica”. Un taxista muy informado sobre los Clubs de la zona, nos dejó cerca del peor bar de Cuenca…pero a nosotros, lejos de importarnos, nos motivó para buscar buenos bares donde redondear el día. Y los encontramos. Y nos reímos tanto o más que montando en moto.
A la cama sin trasnochar y con diez o doce Fantas en la tripa (es lo que tiene la cerveza con limón).
El segundo dia comienza con niebla por la zona de la sierra conquense lo que hace más bonitos los paisajes y más aventurero el recorrido. El barro que ha originado la lluvia de ayer obliga a tomar precauciones pero la ruta es preciosa con pistas y senderos revirados a gran altura y el día va abriendo poco a poco.
Nos cruzamos con muy poca gente, pero al llegar a un cruce de caminos a buena altitud nos paran unos tipos en un 4x4…”no sigáis, están multando a unos quad, vosotros mismos, estáis avisados”….seguimos un poco y nos vuelve a parar otro 4x4…”daros la vuelta, os multan seguro”…nos pide el cuerpo seguir (al fin y al cabo los 4x4 están circulando por la zona sin problemas) pero la irracionalidad se impone y damos media vuelta buscando un camino alternativo con el GPS.
El camino alternativo viene en el topohispania, cruza líneas de nivel muy juntas en perpendicular y termina en un río pero como dice enreda “la aventura es la aventura”.
Y efectivamente…la cagamos de nuevo: el camino está lleno de vegetación, la pendiente es pronunciada, el suelo tiene barro y empieza a cerrarse siguiendo una torrentera peligrosamente hasta que chino para y analiza “si seguimos bajando y no hay paso en el río nos quedamos aquí a vivir”. Entre el cansancio que llevaba y el análisis de chino me empieza a venir un sudor frió por litros (completamente achacable a la Fanta de limón). No tengo fuerzas ni para darla al arranque…chino tampoco está en su mejor momento y enreda…a enreda le da lo mismo…está encantado…mientras tenga Camel.
Necesitamos hidratarnos…!!!!! no llevamos nada de comer ni de beber!!!!, eso si, todos llevamos nuestras mochilitas con todo tipo de enseres inútiles (algunos llevan hasta un tres cuartos de pana¿?).
Finalmente chino encuentra una bolsita mini (de las que regalan en los aviones) de almendritas saladas que devoramos con avidez y alegría infinita.
Media vuelta y para arriba, tuvimos que empujar a la LC8 en una rampa (gracias chicos) pero salimos de la trampa buscando como locos un pueblo con bar para comer y beber.
En el bar conocimos a los de los Quads y efectivamente nos dijeron que los forestales les habían parado por ser cuatro (solo pueden ir tres vehículos juntos) y les habían obligado a darse la vuelta. Comimos fenomenalmente y los paisanos del bar nos dijeron una ruta para llegar a nuestro destino que resulto ser la mejor de todo el finde. Moraleja: ni GPS ni Topohispania ni leches, no hay nada mejor que un buen paisano que te indique la ruta.
Esta vez llegamos a la hora prevista al hostal. Muchas, pero que muchas risas con la gente del pueblo en el único bar que tenia algo de ambiente viendo los partidos del sábado (12 goles en dos partidos), cena, copitas (nada de Fanta de limón) y a dormir.
Tercer día y mucho sol.
Enseguida cogemos pista y nos paran los forestales: “las motos no pueden circular por estas pistas, es un parque natural”…indignación, rabia, impotencia. Con calma pero con contundencia les preguntamos si esa norma es para todo el mundo o solo para las motos. Nos contesta que “pueden pasar los turismos o los 4x4 pero que las motos no”. Le indicamos que no tiene ningún sentido y que nuestras motos están homologadas llevamos toda la documentación, los escapes están de serie y que calzamos neumáticos mixtos homologados para vías públicas. Por fin la compañera del “iluminao” indica que la norma prohíbe el paso de motos de enduro o trial. Tampoco estamos de acuerdo pero nos agarramos a un clavo ardiendo y les forzamos a ver que no es nuestro caso.
Seguimos camino con impresionantes paisajes y pistas que nos van a dejar un gran recuerdo…pero el final de la ruta tiene sorpresa; una caseta de bajada de agua a una central térmica interrumpe el camino y tenemos que bajar una fuerte pendiente por un sendero estrecho con un par de escalones. Un par de masas sin mayor inconveniente que un intermitente roto y conseguimos llegar al pueblo pero se ha hecho tarde y hay que volver a casa.
Volvemos por carreteras secundarias a ritmo de tacos y el viaje se hace muy corto supongo que por los buenos recuerdos que tenemos en mente.
Lavado a presión de kilos y kilos de barro y a casa. 650 Km de moto, 350 de campo y 300 de carretera y lo mejor, como siempre, la compañía.
Ojalá podamos repetirlo dentro de poco…a pesar de la irracionalidad de algunos.
V-es
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