Teníamos pensado hacer alguna salida larga aprovechando las fiestas de Navidad, pero un temporal que pasó por nuestra zona nos arruinó los planes.
Habían pasado varios días y todavía había mucha nieve para salir por el monte, por lo que la única solución estaba el algún tramo de asfalto.
Este domingo decidimos que ya era hora de comprobar el estado de las pistas y nos dirigimos hacia donde parecía que habría menos nieve.
Al adentrarnos en el bosque, ya vimos que tendríamos problemas, las pistas estaban nevadas y HELADAS por lo que mantener el control de la moto era muy complicado.
Mas adelante, nos encontramos con otra pequeña sorpresa, parecía como si hubiera pasado un huracán arrasando todo lo que encontraba a su paso.
La pista, estaba llena de arboles caídos que unos por debajo
y otros por encima, íbamos sorteando como podíamos.
La cosa se fue complicando y en algunos casos nos obligo a tomar atajos improvisados.
No tengo fotos de la parte final (la peor) ya que el cansancio nos hizo olvidarnos de la cámara.
Al final cuando llegamos a la carretera, exhaustos, nos miramos y echamos a reír por haber dejado atrás semejante aventura.
Saludos.