Enhorabuena tanto a Rivera como a Coma, y a Roma también. Son tres pilotos a los que admiro mucho y que además me caen muy bien. Olé por ellos.

Ahora viene el momento de las fotos, del cava, de las sonrisitas y de la mucha hipocresía que significa que los mismos que mandan a los Mossos que echen el alto a Coma (o a Iván Cervantes, o a cualquiera de nosotros) mientras se intenta entrenar se hagan la foto con él y le nombren deportista del año.

Tremendo.