Hace casi un año le compré una "motito" a mi hija con la ilusión de que le cogiera el gustillo y se aficionara. Ya me imaginaba yo yendo de ruta con ella y comiéndome el almuerzo bajo un árbol. Pero mi gozo se fue al pozo. La probamos en las eras de mi pueblo, por si se caía que no se hiciera daño. Y nada más montar, talegazo. Bueno fue talegacillo, porque no se hizo absolutamente nada. Desde entonces dijo que la moto pa mí.
Pero he te aquí que gracias a este foro y a unas fotos que le enseñé el otro día del hijo o hija (no recuerdo, perdón) de un compañero (que tampoco ahora recuerdo), parece que le entraron ganas. Y por fin, el fin de semana pasado, se soltó. Que tía, como le pegaba. Se me caía la baba a chorros.
Os dejo unas fotos de mí hija de 7 años pegándole a la motillo. Son de mala calidad, porque son de móvil.
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