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DIA 10: MARRAKECH
Hoy nos dedicaremos a visitar la ciudad.
Primero inspeccionamos la medina a lomos de nuestras motos.
Circular por Marrakech es todo un reto. En las calles impera "la ley de la jungla" y meterse motorizado en la medina, por medio de todas las callejuelas es toda una experiencia.
Decidimos volvernos al camping y coger un taxi. Ya hemos tenido suficiente moto por esta edición.
Visitamos el famoso zoco donde los tenderos te increpan para que les compres y donde se establecen feroces regateos. (Ellos siempre ganan, el que piense que ha hecho un buen negocio, es que es un poco iluso, jejeje...).
Comiendo en la plaza Jamaa el Fna, en torno a la cual se arremolina todo el ambiente turístico de la ciudad.
La plaza está llena de puestos de zumo de naranja, tenderetes de fruta y todo tipo de artículos.
Algunos te tiran los monos encima (o las serpientes), para que te hagas la foto y luego te piden el "oro y el moro" por ella.
Al principio puede resultar un poco agobiante. Hay que adoptar una postura de "paso de todo", porque como muestres interés por algo, te persiguen hasta el fín del mundo para que les compres.
Antes de cenar decidimos gastarnos los cuartos en un Hamam, pero en uno de categoría, con masajes, barro, musica relajante.
Un té a la menta después de los masajes:
Después de una hora, salimos como nuevos. Después de 10 dias de machacarse, necesitábamos un relax.
Por la noche montan en la plaza unos restaurantes al aire libre donde se cena por muy poco dinero. Cada restaurador te gritará para que te sientes en sus mesas, pero todos ponen más o menos lo mismo.
Vista nocturna de la plaza.
Ya de noche volvemos a coger un taxi para volver al camping. El precio hay que pactarlo antes de montarse. Conseguimos que nos lleve un petit taxi por 70 dirhams (7 euros), al principio nos pedían 200...
De vuelta en el camping, disfrutaremos de nuestra última noche en Marruecos, porque ya mañana tomaremos rumbo a España.
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