Te comprendo a la perfección. Ojalá hubiera tenido moto con 18 años y no con 30, está visto que lo bueno se hace esperar. Suerte que Toni (Fazer) se cruzó en mi vida. Para mí, conducir una moto es el resultado de una guerra contra lo que se espera de una mujer y claro, no es lo mismo dar gas con la inconsciencia de los 18 años que con 50 y un montón de responsabilidades encima.

Disfrutemos mientras podamos aunque sea con cabeza , nunca es tarde. Espero llegar a ser algún día -un poco más- la abuela de la moto, y si no se puede dar más gas, se da menos.