Mi padre, conocido por el que gripó una Ducati, me dijo cuando me saqué el carnet de conducir: "hija mía, conduce como si todos los demás fueran locos o borrachos y encima van a por ti". Precisamente mi columna de esta semana de Dailymotos.com trata de ello.

Muy poco después me di cuenta de que la cantidad de gente irresponsable y rozando la psicopatía que se envuelve entre chapas de lata es impresionante, y que soy incapaz de distinguirla de las buenas personas que respetan las normas. Por ello, ante la duda, practico la conducción defensiva extrema, más aún en moto. Llamadme paranoica, pero hace años que no tengo ni un mal susto.