Al día siguiente nos dirigimos por pistas hasta San Baudelio que tiene una ermita alucinante, es mozárabe pero parece una mezquita. Estaba a reventar de turistas.
Camino de Guadalajara haciendo varias paradas para contemplar maravillas como la iglesia de San Miguel de Caltojar
La ciudad amurallada de Rello, lo bueno de las motos es meterse por callejuelas medievales... aunque muchas sin salida.
Dirección por pistas polvorientas a Jadraque, en la provincia de Guadalajara, donde nos pusieron una excelente sopa de ajo y hay un castillo perfectamente situado.
La pista empalmó con la aburridísima autovía A2 hacia Guadalajara, capital que nos dejó con las ganas de descubrir sus encantos ya que no fuimos capaces de encontrarlosa causa de su escasa señalización.
Media vuelta, autovía hacia el norte y dirección Sigüenza con la intención de pasar la noche. Esta zona fue complicada porque lo poco que había para dormir estaba completo. Encontramos en Alcolea del Pinar un típico hotel de carretera donde cenamos el típico bocadillo de plástico de gasolinera y una cerveza caliente. La aventura es la aventura.