Es increíble lo que unos neumáticos pueden llegar a hacer. Tras haber montado por primera vez en mi vida neumáticos mixtos de campo con tacos, he alucinado con las posibilidades campestres de la Tenere.

Os presento a un viejo conocido para muchos, los Michelin T63, aquí el trasero...



Aquí el delantero...



Los monté ayer viernes y por la noche cuando llegue a casa tenía tantas ganas de probarlos en campo, que no pude resistirme y me metí por un camino que lleva a mi casa. En que hora!!! Era de noche y no veia un pimiento y encima la pista estaba hasta las patas de barro arcilloso. La moto a pesar de los tacos se iba cada dos por tres, ya que en seguida se embotaron los tacos, pero sorprendentemente cada vez que se iba, la rueda delantera en vez de deslizarse como hubiera hecho con unos mixtos, acababa frenando, evitando de esta manera la tragedia. El caso es que esta mañana antes de salir de ruta, me he encontrado la moto así...

Rueda trasera



Rueda delantera



El caso es que me pongo en marcha, un poco acojonado pensando en como estará todo...



Afortunadamente estas pistas tienen mucho barro, pero es del fino y el suelo está bastante compactado, las T63 dan una seguridad hasta ahora desconocida para mi y eso que este no es el terreno en el que mejor se desenvuelven estas gomas.

No tardando mucho, me encuentro con la primera de un montón de barrizales de los de jugarte el tipo, en esta ocasión además me encuentro en mitad de la pista con una árbol que ha debido tirar el viento huracanado que hizo este miércoles...



Los T63 se portan de maravilla y paso la zona con bastante dignidad, jejeje...



Lo único chungo es que hay una neblina acuosa que me está dejando las gafas hechas chopped y no veo un carallo. Esto es lo que se ve desde "el puesto de control"...



Paradita de rigor para asuntos varios, hasta este punto la ruta está siendo un lujazo, pistas bien compactadas y muy buen agarre. Una de las cosas que más me ha sorprendido de las gomas es que ahora con los tacos, cuando apoyas en zonas inclinadas como por ejemplo en los bordes de las roderas, la moto no se desliza metiendose, como habitualmente en la rodera, si no que con los tacos laterales, sigues agarrando, evitando caer en la rodera, todo un puntazo oiga!!! Por lo demás el agarre en barro fino es sencillamente impresionante. Creo que puedo acostumbrarme a esto!!!



A partir de esta zona la cosa empieza a ponerse calentita, nunca mejor dicho, porque empiezo a sudar como un pollo intentado sujetar los 200 kilos en medio de barrizales de los chungos, jejeje...



Hay un momento en el que pienso en dar marcha atras, pero al final decido tirar "pa alante" y seguir sudando...



Cuesta sujetar la moto y es que los neumáticos están totalmente embozados en barro, sigo sudando...



Después de sudar unos cuantos kilómetros, vuelvo a llegar a pistas compactas y con piedras, buff, que respiro...



Que bonica está la ternerica en su salsa...



Continuo ruta hasta que la arcilla de Guadalajara me impide continuar y aquí si que decido darme la vuelta, porque veo un futuro incierto, al fondo Torrelaguna...



Y paradita en Casa Patata...



Unos milímetros separan los T63 del basculante de barro que se ha ido amontonando...



Ya sólo queda la vuelta a casa y un lavado para quitar todo el barro acumulado, más que nada para que no se compacte y se quede petrificado (Manu, gracias por el consejo). El cubrecarter está completamente saturado de barro y no hay espacio para que respire...



Una foto de la mejor de mis sonrisas en forma de moto...



Una vez limpiada, repostaje y a casita...



El próximo paso quitarle un diente al piñón, para adaptar la moto a los nuevos zapatos.

A pesar de todo, la vida es bella...