Continuamos trackeando las Merindades, lugar de alegría y misterio.
Ayer fue un día como los otros cuatro anteriores, para olvidar en lo que a la meteorología se refiere, ríos desbordados, frío del caraho, huyo de la costa que está hecha un flan (otra vez)
Según me aproximo ya veo lo que las tormentas de agua costeras significan en una provincia que solo tiene dos estaciones, la del tren y el invierno
Niebla avecinandose en lontananza
esta es la peña del ahorcado, sobre el valle de Mena
y eso que estas cumbres no levantan 800mtrs
desde El Cabrio, la cosa asusta, ya en la carretera había 10cms de nieve, en Agüera, donde llegamos en la exploratoria del Zalama estaba cortada la carretera
pero qu8ien dijo miedo
y para solucionar la falta de tacto y evitar guantes con dedos de morcilla, nada mejor que estas manoplas txungas de cordura impermeables y NO rígidas, una maravilla, no calan absolutamente nada, solo llevaba los guantes de enduro
aunque esta otra me daba calor ;D
y el primer marrón tras unas pistitas sin pena ni gloria era atravesar el río, la otra vez iba crecido, ayer, un torrente
Por fin, tras algun paso encharcado y con barro, aparecen las parcelaris que ando buscando, un relax para la vista y el cuerpo
las cumbres superiores, que dan al Páramo de Masa, estaban caxondas, y ahí quiere ir el julai del Pavillo
a veces, las pistas se hacían pequeñas, aunque estaba todo compactado y en perfecto estado para ir realmente rápido, si se quiere
me falta pulso, polagloriahmimareh
curvitas amplias y sin un alma alrededor
no obstante, en muchos lugares, la pista dejaba de ser tan ancha y algún "arroyo estival" la cruzaba
bien indicado en el V3
esta zona es bastante mixta de piso, se mezcla la arcilla fina con arena, lo que supone andarse al loro en los charcos, pero de un agarre muy bueno para las dunlop
y el arroyo, con su pocito marronero con cantos rodados
aunque había charcos mas largos, profundos y misteriosos
imagen lejana de un valle larguísimo que te lleva desde El crucero hasta Trepaderne, pasando por Medina de Pomar
y arriba, el Páramo del Pavillo, que se accede por el puerto de La Mazorra, no confundir con la puerta de lamaszorra
estas aperturas, me dan vidilla
y el piso
acercándome a Medina de Pomar, debo improvisar, este es el paso natural del río por la zona que menos corriente lleva y que menos cubre... en verano
la zona ya era divertida de verdad, menudos toboganes entre árboles
y para que os hagais idea, mirad como bajaba ayer el río Trueba
con curiosos árboles por duplicado
a esto se la llama viga en voladizo
mas de la zona
y el paso, que el V33 ponía "tórrecto"
Las pistas ahora no son tan abiertas, pero mejoran en diversión, sigo sin ver ni un alma, normal, 2º
barrios que se cruzan en el valle de Mena
aqui te viene a la cabeza siempre eso de caminante no hay camino.... se hace camino al andar
y ya he llegado a Medina de Pomar
la isla enmedio, donde los niños se suben en verano para tirarse al agua
y el río que se desbordó el sábado
y arena de río
y nieve, en la orilla
tras pasar Medina, hacia Trespaderne
un valle sin fin
justo debajo del páramo
con pistas de las de avanzar
pero no siempre es así, hay veces que se desdibuja enmedio de un sembrado
y sus consiguientes pasos de agua
odio los vadeos, luego los taxines mojados todo el día
y el agua bajaba muy fuerte
pero ya los llevaba mojaditos de charcos como éste
aqui la cosa ya empezaba a no gustarme, esto es arcilla resbaladiza asquerosa
al parar, me metí un peskao wapo yo solo, y esque resbalaba mas andando que yendo en la moto
y la cosa no cambiaba
arriba, las rapaces al loro del trailero palmera
ná, p´alante
de vez en cuando, paro a retomar el resuello, y a entretenerme
lo que ha llovido, campos de arroz de vietnam
bueno, pues tras llegar a la meta provisional de Trespaderne, media vuelta y para casa, que no quiero que me saquen cantares
Aunque me desvío algo para bajar por Los Tornos, esto es lo que os había dicho de Agüera
que bien va esta moto en nieve
y esta para el concurso
lo que había en el suelo
y desde abajo.... el Zalama, el Ordunte, el Burgueño y alguno más
y el contraste del verde y el blanco
en fin, como siempre, todo el rato a una rueda