Pues nos quedaban 3 días para acabar y en Molina de Aragón el corcel Babieca decidió quedarse, que le gustó mucho aquello. Todavía no me la han traido a Barcelona, así que no sé exactamente qué le pasa.

Aquí está la crónica de lo que hemos podido hacer, que no es poco. Vamos colgando crónica por partes.

Teníamos muchas ganas de hacer esta ruta desde hace tiempo y habiamos puesto muchas esperanzas en ella. La intención era hacer una combinación de carreteras de tercera división y pistas, cosa que hicimos aproximadamente al 50%-50%. Más que apta para trails, esta ruta es ideal, con estas pistas y estas carreteras las motos estaban en su ambiente.

No sabíamos cómo se iban a comportar las motos en camino cargadas con las alforjas y media casa a cuestas, y lo hicieron impecablemente, avería aparte. Por nuestra parte no sabíamos tampoco cómo ibamos a responder físicamente al reto de tantos días de camino y con tanto calor, y tampoco nos podemos quejar, todo nos ha salido muy bien. Nos lo hemos pasado muy bien, hemos descubierto gentes, paisajes y pueblos que te preguntas si es posible que exista todavía en pleno año 2009, y el viaje nos ha llenado mucho, tanto a nivel de la neurona okupa que tenemos dentro del coco como a nivel gastronómico (ese nos ha llenado más sinceramente entre los asados castellanos como el jamón de Teruel :hambre y abandonar de esta manera la ruta nos ha significado un buen disgusto porque nos lo estábamos pasando en grande. Así que tenemos que acabar la ruta como sea entre Molina y Valencia, sea con la Africa o con otra moto.

Salimos de Barcelona con la idea de dormir en Vivar del Cid,pueblo donde empieza la ruta el pueblo donde nació el legendario don Rodrigo mitificado por juglares e historiadores a lo largo de los siglos.

La legua cero.


Vivar es un pueblecito encantador lleno de gente estupenda y bien preparado para atender al turista. La casa rural donde dormimos (Caminos del Cid) es más que recomendable, nueva y con todos los servicios.



Las réplicas de la Tizona, la Colada y facsímiles de documentos del Cid los guardan en el Monasterio de Sta. María del Espino (y las monjitas te venden dulces muy dulces)



El Mesón del Molino del Cid, junto a la legua 0 del Camino está llevado por un señor enamorado por completo de la leyenda del Cid y que está decorado con toda clase de objetos relacionados con él. Nos dio mucha información y consejos para emprender la ruta y nos prestó amablemente una réplica de la Tizona para hacer una foto de recuerdo de la salida.



El Salvoconducto que hay que sellar en las etapas (si puedes, porque es complicado coincidir en horarios con los establecimientos y oficinas de turismo a la llegada de la etapa) con el sello de la legua 0.


Ancha es Castilla. Aquí nos hicimos una idea del tipo de caminos que encontrariamos en buena parte del recorrido.



Impresionante la Catedral de Burgos. La plaza estaba llena de ciclistas y peregrinos del Camino de Santiago.

De Vivar parte el Camino del Destierro. Es una pista bien señalizada entre campos de trigo en dirección a Burgos y al corazón de Castilla la Vieja. Al cabo de unos kilómetros hay que retornar a la carretera porque hay unas obras en dirección a San Pedro de Cardeña, donde el Cid se separó de Doña Jimena y sus hijas "como la uña se separa de la carne" según el Cantar. La carretera es preciosa y estrecha.


San Pedro de Cardeña


El claustro


Las tumbas del Cid y Doña Jimena, aunque los restos no están aquí. La visita fue guiada por un fraile dicharachero que nos explicó a su manera montones de anécdotas.

Al salir del monasterio nos encaminamos hacia la provincia de Soria durante bastantes kilómetros de pistas que enlazaban pueblos tan bonitos como Cubillo del Campo o Los Ausines. Fallo de la señalización, de vez en cuando nos entrábamos con que una finca particular te cortaba el camino y tenías que ir a buscar donde cogerlo. Peor lo tenían los ciclistas, encontrarse eso y dar media vuelta tras pedalear un buen rato (suerte que un grupo hizo caso de mi intuición y vino detrás).











Comimos en una venta al lado de la carretera y seguimos en dirección Sto. Domingo de Silos por pistas más o menos rotas. Nuestro pensamiento estaba en los ciclistas que venían detrás a ver si tenían 00 de encontrar el camino sin GPS, porque no estaba señalizado y había una telaraña de caminos...








Parada cervecera en El Burgo de Osma después de sudar como pollos por pistas pedregosas con las burritas cargadas. Merece una visita por sí mismo con calma.

De Burgo de Osma partimos en dirección a Berlanga de Duero donde hicimos noche en un camping municipal. ¡Encima de bonito, estaban en fiestas!, así que fuimos a disfrutarlas.