La niebla cerrada es incomoda para andar en moto, pero los dias en los que va y viene y el paisaje cambia a cada momento, para mi gusto, son inmejorables. Y así amaneció el domingo por estas tierras, lo mismo no veíamos una mie***, que salía el sol.
Ganamos altura y desde arriba el paisaje es “paverlo”.
Me he entretenido con las fotos pero estos dos no se van sin mí, en el fondo, pero muy en el fondo, son buenos chicos.
Hombre prevenido…………….no sé si vale por dos, pero sin almorzar no se queda.
Anteriormente ya habíamos visto una buena manada de ciervos sin posibilidad de fotografiarlos, y ahora de nuevo se nos cruzan 8 hembras, cuatro cruzan el camino y tiran hacia el barranco, las otras cuatro corren paralelas a nosotros entre la maleza, todo un espectáculo.
El dúo sacapuntas, como alguno los bautizo en los Castillos 09.
Cambiamos de terreno.
Vamos buscando un lugar donde deshacernos de las barras de pan que hemos comprado, el primer refugio al que vamos está ocupado, así que ponemos en marcha el plan B, y una vez allí, el Chato que no llega, Cacheno se va a buscarlo.
Como no vienen ninguno de los dos y el Chato lleva los chorizos, no hay más remedio que ir en su busca.
A quien se le ocurre ponerse a buscar florecillas a la hora de comer, pero como no lo ha visto nadie, dice que esta no cuenta.
Ahora si llegamos los tres al “restaurante”.
La niebla se esta echando encima y no sé porque pero me da a mi que va a llover.
Mientras tanto terminamos con estos dulces caseros cortesía del padre del chiquitín.
Pues va ser que tenia razón, típica tormenta de primavera acompañada de granizo.
Bien cuidado una maravilla de refugio, en estas condiciones poco se puede disfrutar de él.
Vaya usted fregando el porche no se nos inunde la casa.
Como parece que no escampa, habrá que enfundarse los plásticos.
Esto no sé si es un chaleco de plástico ó un impermeable sin mangas.
Hasta debajo de la lluvia se disfruta del dia, aunque ya con pocas fotos, que hay que “rebuscar” mucho la cámara.
Un cafetito nunca viene mal.
Y aquí nos despedimos de Cacheno que se va a casa por carretera, cobardeeeeeeeeeeee, que no que es broma, es que el chaval esta criando y tiene que llegar a tiempo al biberón de las seis.
El Chato y yo haremos la vuelta por el monte pero prácticamente del tirón.
Y sin más contratiempos a casita después de 165 km. Nuestra intención por la mañana era alargarnos algo más, pero la tormenta nos ha estropeado un poco los planes, el domingo que viene la hacemos completa Cacheno, y así nos acompañará el pijo de la Bmw.
Un saludo y hasta la próxima.