Aquellas trail de verdad, que igual te servían para participar en un raid, ir a comprar la prensa, participar en rallies de asfalto, viajar por medio mundo, salir a hacer unas curvas y terminar en una pista...

A mí también me cae una lágrima, pero porque la mayoría de las marcas han olvidado la moto simple y lógica por excelencia, en favor de armarios con ruedas de asfalto y un millón de tonterías electrónicas...