Si, ya se que el dicho es al revés, pero esta vez se han invertido los términos.
Empezamos con un bonito día soleado después de una noche de lluvias.
Hay que rascarse el bolsillo y dar de comer a las que nos llevan.
Y luego a seguir subiendo y bajando montes.
Nuestra siguiente ascensión la sierra que tenemos enfrente.
Las nubes van y vienen con rapidez, y parece que en la cima nos espera mal tiempo.
Casi llegando arriba una manada de 10 ciervas corren por la ladera, están lejos y no merece la pena “disparar”, pillamos la cola de la tormenta y caen algunos copos de nieve.
Ya sabemos de que huían los animales, en lo más alto y siguiendo toda la cresta de la montaña están dando una batida de caza. A nosotros también nos toca huir y cambiar nuestro rumbo.
Intentaremos esquivar la batida dando un rodeo por una pista conocida, un poco más adelante un ciervo de dimensiones considerables se nos cruza en el camino, siguiéndolo con la vista monte arriba vemos otros cuatro, todos machos y con unas cornamentas de trofeo.
Seguimos la pista y a un par de km. otros 4 machos corren monte a través paralelo a nosotros, hasta que cruzan el camino y se pierden entre los árboles. !! un espectáculo cabalgar junto a ellos, a escasos metros!! Parecen más grandes que los anteriores pero será por lo cerca que los hemos tenido.
Eduardo todavía está alucinando.
Me temo que no hemos conseguido librarnos de los cazadores, por donde teníamos previsto pasar también esta cortado el camino.
Lo mejor será ir a buscar un sitio para almorzar y luego ya veremos.
Esto en mi pueblo se llama un buen “remojon”.
Hala venga vámonos a ver si los de la caza ya han terminado.
La sierra que tenemos delante sobrepasa los 1700 m. y conforme vamos subiendo empieza a nevar.
Y una vez superadas las alturas la nieve se convierte en agua.
Más tarde niebla y barro para tener de todo un poco.
De aqui arriba venimos.
Y con estas tres nos divertimos.
Por que lo conozco, pero si no diría que es de la guardia urbana
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Sol, nieve, lluvia, barro, niebla, cazadores, animalitos del bosque corriendo a sus anchas……………….., hoy no nos ha faltado más que una cosa para ser un día redondo, la compañía del amigo Chato, (que ya sabes que no nos olvidamos de ti) y las ocho horas de moto y los 216 km que hemos hecho, hubiesen sido perfectos.
Un saludo y hasta la próxima
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Disfrutemos de nuestras máquinas con juicio y respeto.
