Pues es un manillar hebbo de quad de aluminio (nada barato) al que le tuvimos que hacer unos retoques para meterle los puños calefactables. Le hicimos un agujerillo en la base para meter los cables, y luego lo llevé a un tornero para que le hiciera en los puños practicamente lo que tenía hecho el manillar viejo (salvo un par de cosillas que necesitaría tener una foto del manillar viejo para explicartelo).Y a montar los puños con mucho cuidadito! Rompimos los cables del derecho de tanto tirar, y como nos dimos cuenta cuando ya estaba todo montado, así se va a quedar hasta el próximo invierno... También tuvimos que lijar el lado izquierdo porque tenía la base rugosa y no le entraba bien el puño, y además el acelerador se quedó tocado: al girar el volante al máximo, tiraba del cable, pusieras como lo pusieras (el cable). Así que tuvimos que bajarnos hasta el final del cable (no me hagas hablar con tecnicismos que no sé), donde está la maquinaria que acelera. Entre el cable envuelto en plástico y esta maquinaria, hay un trozo de cable al aire, y una pestañita que lo sujeta. Bien, pues manipulamos la pestañita para que el calble al aire quedase más holgado y así no se acelerase la moto. O sea, empujamos la pestañita hacia la maquinaria del acelerador. Espero haberme explicado..... Por último, imposible ponerle los contrapesos que lleva el manillar original. Pero yo no noto ninguna diferencia entre antes y ahora. Al contrario, ahora voy mejor porque como el manillar no ocupa tanto me puedo meter mejor entre coches, y en el monte por según que sitios.
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La Honda, a mí también me encanta. Esta en proceso de restauración para convertirla en una moto clásica (como se merece). Aquí en su última gran aventura antes de la jubilación.