...pero es que aún estoy alucinando y ya ha pasado una semana: la mayoría de motos con las que me he cruzado eran BMW tipo GS (como no), Teneres y Superteneres, XTs, es decir, motos la mar de lógicas y de las que nos gustan por esta casa, hacía un frío que pelaba y bastante gente iba en moto, la gente llevaba cascos de estilo trail con pantalla, cuando explicaba que conduzco una moto BMW nadie me miraba extrañado y me preguntaban con toda naturalidad si hacía "enduro" con ella (lo que entendemos aquí como trail), y lo mejor, autopistas (GRATIS) con velocidad libre en bastantes casos.
Las carreteras tenían un estado de conservación maravilloso, las areas de servicio eran fantásticas. En los colegios -nada que ver, se nota que ahí se meten muchos euros- se imparte formación vial. La gente iba a 160 km/h con total normalidad y se conducía con bastante civismo. Y los kioskos... madre mía, estanterías llenas de revistas de motos especializadas en casi todo. En las librerías (enormes y a montones), libros de viajes en moto, no los cuatro libros del bueno de Gustavo Cuervo sino estanterías y estanterías.
Y lo mejor: ¡la cerveza de trigo!
Tengo que volver. Seguro que Alemania no es perfecta, empezando por el clima, pero lo poco que he visto y la gente maravillosa que he conocido en Hannover me ha gustado mucho.