Jueves: un buen día de trabajo. Sol. Alegría. Miro la previsión, sol todo el sábado y lluvia el domingo. Habrá que darle un poco al mango el sábado, no ¿
Viernes; completo una fase complicada de un trabajo. Parece que va bien. 19h 00 termino con un cliente. Llamo a mi chica, está tomando una cerveza al lado. Me acerco. Está con una buena amiga. Alegría. Cervecita para celebrar.
Ostras, si llega María; cervecita.
Coño, Javier, otra birrita.
Charla agradable, par de birras.
Un par de llamadas, mañana mango. Bien. La vida es bella. Birra.
Habrá que cenar, no ¿ otro par de birras.
Dos de la mañana, por fín lego a casa
Sábado 8h 15, suena el despertador.
Coño, que resaca ¡!
Pienso en desayunar fuerte antes de salir. Me da una arcada. Joder, mierda ¡ No vuelvo a beber. Desayuno cualquier cosa suave.
Me visto y preparo todo. En teoría buen tiempo azul todo el día. Pero el cielo está “raro” por el Oeste. A pesar de las previsiones, me decido a coger el chubasquero.
Pongo gasolina. Cubierta delantera Michelín S12 nueva. Presiones. Esta semana ha llovido, 0,9 y 07, llego al meeting point diez minutos pronto, Dani ya ha llegado.
Ganas de devolver. Puta resaca ¡!
Vamos bien de tiempo, charlamos un rato y arrancamos.
Ando desganado.
Camino de siempre. Han metido máquinas, está más limpio. Empezamos a pasar piedras y subir, todo OK. Estómago revuelto…. Puta resaca ¡!
Vamos tranquis en busca de dos amigos endureros de cerca, Husaberg 390 y 450.
Llegamos a las zonas arcillosas. La puta moto parece tener carácter propio. Esta semana ha caído bastante agua, hay bastantes roderas y la arcilla muy al aire, el agua ha arrastrado las hojas y tierra que permitía agarrar un poco. Joder, como resbala ¡!
Dani se queja de que se le va de atrás. No le presto mucha atención, a mí se me está yendo todo el tiempo ¡!!
Cada vez que intento evitar una rodera, la moto se mete sóla. Joder, no vuelvo a beber ¡!
Una y otra vez a punto de irme al suelo. Mierda ¡! Uf, libro por los pelos. Voy suave, sacando las piernas para apoyarme, de rodera en rodera. Resbalando todo el tiempo. Jodida Husky …. ¡!!
Llegamos al meeting point. Nos juntamos con JL y hermano. Saludos, intercambio de posibilidades y decidimos trayecto, por un nuevo camino que ellos conocen y vuelta.
Empieza a chispear. Mierda, pero si no tenía que llover ¡! No me pongo el chubasquero, que no transpira, esperando que no vaya a más.
Salimos. Ley de Murphy, en cuanto meto tercera el chispeo pasa a ser más abundante. Mierda.
Si había arcilla, ahora con la lluvia….
Vamos por caminos conocidos, pocas paradas, buen ritmo. Acaba la zona de arcilla, se puede conducir mejor. Biiiéééééénnnnnnnnnnnnn ¡!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Empezamos a subir. Está bonito. Las piedras muy “limpias” tras las lluvias. Pero se va bien. Vamos subiendo sin mayores problemas. Alguna atascada. Más agua. No podemos ver con las gafas. Nos estamos empapando. Hace un poco de frío. Al menos, parece que he quemado las últimas San Miguel de ayer ¡! Me reconcilio con el mundo y con mi Husky. Una Husa se atasca y tarda en salir. Llegamos a la zona alta. Paramos. Comentamos. Frío. Decidimos ir camino a Sollube. Nos ponemos chubasqueros, pero ya estamos empapados. Por lo menos, mantendrán un poco el calor del cuerpo..
Guían los locales. Vamos hacia la falda por camino desconocido..Muy bonito. Divertido. Ritmo divertido. En un desvío brusco con mala visión Dani se mete por el sitio malo. Hay dos pedruscos gordos con rodera profunda entre ambos y el paso bueno es muy concreto. Se cae aparatoso. No se hace daño, pero creo que le ha molestado mojarse aún más. Sonrío con buen rollo, ja, ja, ja.
Seguimos. No se ve mucho. Lluvia fina pero intensa. Neblina. Cielo grisáceo, plano e inexpresivo. Ya estamos empapados. Imposible usar las gafas.
Comenzamos a subir por camino nuevo. Llegamos a un cruce: Por aquí bajamos la “trialera larga” (jodidamente larga) ( y complicada, roderas profundas y piedra mediana y grande suelta) OK, vamos. Al andar seguido he quemado definitivamente la resaca. Estamos calados.
Bajamos. Bajamos. Bajamos. Bajamos. Bajamos.
Nunca había llegado a cansarme tanto en una bajada. Resbala. Piedras que te descolocan la rueda, requiere mucha atención y cuidadín. Llegamos abajo. Seguimos por el camino junto al río, que viene alto tras las lluvias de la semana. Vadeamos el río tres ó cuatro veces, bajo las ramas de los árboles. Bastante agua. La rueda delantera cubierta casi entera. Precioso. Divertido. No hay caídas.
Observo que los cuatro, todo el tiempo, vamos depie. Es normal ir depie, pero no es normal que lo hagamos todos y todo el tiempo. Pienso: qué bien andamos ¡!
Pero me doy cuenta de que es porque estamos tan calados, que preferimos no sentarnos ¡!
Seguimos. Ahora subimos y subimos y pisteamos y subimos y llegamos al bar. Parada para entrar en calor. Coca cola anti resaca, tortilla, barrita y coffee para espabilar. Todos tenemos frío y a pesar de que todo va bien, no hace gracia pensar en otras tres horas de vuelta con esta lluvia. Arrancamos. Dani va delante de mí. Veo que le culea un par de veces y pienso que es cierto, va corto de tacos. Se engancha. Me extraña. Le paso, culea… al poco toca el claxon y veo que su rueda trasera va baja. Mierda ¡!
No llevamos cámaras ni herramienta.
No podemos hacer mucho, excepto adelantar peso y conducir con cuidado los 10Km hasta la gasolinera.
Una Husa para. No frena. Se le ha salido el pasador del freno y las pastillas se le han caído ¡!
Se queja de que le falta fuerza ( a la 450 ¡!) Apunta que parece falta de compresión. Cambio de segmentos cada 150 horas. Lleva 240 sin cambiar. Claro, ahora se entiende ¡!
Llegamos. Fríos, de no muy buen humor. Un pinchazo, una moto sin frenos ni “fuerza” empapados..
Decidimos volver por lo negro. Dani comprueba que puede llegar parando por el camino a inflar y sale como un tiro, antes de que se deshinche.
Los demás volvemos a paso suave, ritmo Husa sin segmentos, lavamos y a casa.
No ha sido un gran día. Pero mucho mejor que ir a Ikea de compras ¡!
Mañana será otro día.