“Helicóptero derribado de una pedrada. El veterinario Luis Perezagua, que niega los hechos, alcanza con una piedra a un helicóptero del ejército que le sobresalta con su estruendo mientras recoge hierbas en Mataelpino, en la sierra norte de la provincia de Madrid. El incidente da con el aparato en tierra, provocando heridas a sus tripulantes.”
En resumen, nos cuentan que Luis Perezagua se encontraba en un prado en El Boalo (Madrid) “recogiendo menta poleo y hierbabuena” cuando sucedió el incidente que, según los pilotos del helicóptero, acabó con una pedrada del susodicho veterinario al rotor de cola del helicóptero, que terminó estrellándose contra el suelo.
Por su parte, el bueno de Don Luis siempre sostuvo que él no tiró ninguna piedra, entre otras cosas porque “era reumático y ya no estaba para esos trotes”, y que el piloto del helicóptero intentó pegarle un sustillo con dos o tres pases de vuelo rasante.
La impericia del piloto y la dificultad de la maniobra hicieron el resto.