Desde allí nos volvemos, pasando de nuevo por Talledo, un pueblo que está muy cerca de por donde andamos siempre, pero nunca pasamos por él (que yo recuerde)
Con fuente para refrescarnos
Florecillas para relajarnos
Y una iglesia, con reloj de sol
Que atrasa unas 2 horas, pero nos recuerda que hay que volverse ya, que se nos hace tarde
Como siempre