Buenas a todos,
Pues sí, tras 300€ ya tengo nuevamente conmigo a la Domi. ¡¡Qué bien!! Debería decir. Pues no. Ya no escucho ni a Dios. La junta, la junta, la junta. ¡¡¡Y un cojón de pato!!! El humo de aceite quemado no viene de ahí, viene de otro lado seguro, porque la acabo de sacar y no ha cambiado nada. Al menos ahora sí arranca pero, bueno, voy conduciendo: quinta..., bien, bien veo que vamos a 140...., uy voy a frenar que veo a los malos allí. Cuarta, sin problemas...., ya estamos llegando seguimos bajando marchas, y, de segunda a punto muerto, aprieto el embrague y, ¡¡Ta Chan!! Se apaga. Presiono el starter yendo a sesenta y se pone en marcha. Paro, ralentí...., dos minutos..... puff, se apaga nuevamente. ¡¡La madre del cordero!! Pero tanto cuesta subirle el ralentí..... 300 € y ni siquiera un poco de interés. Y, luego, los talleres tienen su fama. ¿Qué queréis que diga? Seguí las instrucciones de amigos que tienen XR, Domi, lo que vio otro mecánico....., qué ocurre, por favor. ¿Tendré que comprarme el manual de taller? ¿Tendré que añadir otra profesión más a mi CV porque el profesional no existe o es una utopía?
Entrego yo un informe en el extranjero como me han entregado la moto....., ya te aseguro que lo primero que pasa es esto......: PIERDES LA LICENCIA
Seguro que habrá buenos profesionales, pero, leches, por qué siempre me imanto a los malos.
Dios mío, Dios mío......., acaso no fueron suficientes quince años en colegio de Curas (bueno, sacerdotes) para que me envíes ángeles. ( Y en todos los sentidos, que hace tiempo que.......)
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