LLevaba tiempo pensando en salir a remontar el rio Esgueva para intentar alcanzar su nacimiento y viendo que este sabado haría un tiempo "primaveral" con posibles lluvias, me decidí a intentarlo.
ya desde el jueves, miro el mapa, posibles pueblos por donde pasar, puntos de interés, etc.. de gps, tracks y esas cosas me olvido, la aventura es la aventura (sigo sin tener gps). Asi que el sabado, madrugo (novedad!!!), me pongo el traje de "bombero" preparo la bolsa con el chubasquero y un par de llaves por si se me aflojan los tornillos y sobre las 9 de la mañana me pongo en marcha. 20ºgrados de temperatura, un ligero viento y un cielo medianamente nublado me producen una gran sonrisa.
Tardo unos 10 minutos en salir de la ciudad y encontrar el primer camino por donde meterme sin miedo. Parece que tiene buena pinta.
Intento mantener dirección NE-E atravesando campos dorados donde la vista no alcanza a ver el final.
Se intercalan campos de cebada y girasoles, movidos por el viento y asimilando un oleaje que hacía tiempo que no veía..
En mitad de ningún sitio, encuentro unas ruinas en las que antepasados nuestros, daban vida a este lugar.
Parada obligada para escuchar el silencio y la soledad.
La linea recta caracteriza las comunicaciones de estas tierras, sea como sea.
Es inevitable detenerse ante los pocos signos de humanidad que me alcanza la vista.
"hola!!! hay alguién ahí!!"
Son cerca de las 12 del mediodía, y después de varias intentonas consigo llegar a mi punto de interés particular.
El embalse de Encinas de Esgueva. Momento de descanso contemplativo.
El calor se empieza a notar, especialmente en los pies.
Me pongo nuevamente en marcha, decidiendo volver por donde he venido.
Después de recorrer 150 km por estos parajes, las fuerzas me fallan y el tiempo ya no acompaña.
Hace mas calor, más viento y parece que va a llover.
La moto empieza a emanar un olor a tostada quemada que me indica que es el momento de salir a la civilización y recorrer los 40 km que restan hasta llegar a casa por el ansiado asfalto.
LLego a las 3 de la tarde, cansado pero agradecido de la buena mañana que la moto me ha hecho pasar. Gracias (ya te lavo otro día)