Aupa Andres, en estos temas ser autodidacta es peligroso, apuntate a algun curso que hay muchos (si puedes te aconsejo Can Padro, divertidisimo) en tu caso te hubieras ahorrado el susto que cuentas con el perro: la pista deslizante no es que sea de hielo, solo hay menos adherencia, a veces esta seca, a veces mojada, a veces tiene arenilla, la prueba del ABS es obligatoria en cualquier nivel de curso que hagas: te ponen el coche con y sin ABS (a veces el mismo, ponen un conmutador para anularlo) como de la noche al dia, entras a la zona de conos con el coche frenado a tope, uno te entra a la curva y el otro te hace un gran recto, es muy facil hacerlo, lo dificil es "cambiar el chip" y atreverte a pegar el volantazo con el freno a fondo, que es lo que te pasó cuando lo del perro, que es lo que el cerebro se resiste a hacer la primera media docena de veces, cuanta mas experiencia conduciendo mas te cuesta asumir que frenando a tope el coche va a obeder al volante.
Independientemente del coche, cuando tu pegas el frenazo inicial se produce la mayor o menor transferencia de masas, cuando entras a la suficiente velocidad con las ruedas bloqueadas o casibloqueadas en una zona con menos adherencia el coche llega al "tarjet" relativamente estabilizado y por supuesto que puedes curvear, y no te imaginas cuantas cosas más se pueden hacer.
El problema de la transferencia de masas siempre es critico en utilitarios con tan mala distribución de pesos (con el motor literalmente colgado por delante del eje delantero, tipico de los tracción delantera modernas) sobre todo en un coche de batalla corta y con suspensiones blandas. Por eso lo que dices, ya he llevado algun 206 y si que son vivos pero tuve un polo TDI que lo tuve que quitar porque se te ponia de lado en la autopista en cuanto rozabas el freno, tenia ABS, ESP )(yo soy muy esceptico con este último) y de todo pero contra la fisica poco se puede hacer. Pillate un BMW con 30 años (esos tan mortiferos con su peligrosisima tracción trasera y sin ninguna electronica) y verás como es cien veces mas noble en esas circunstancias.