+1
Cuando llevas tanto tiempo conduciendo, crees que ya no te queda nada por aprender. No temes a nada ni a nadie: el viento, la lluvia, el capullo que se salta el ceda,... te has cruzado tanto con ellos que ya son una variable más de andar en moto. Y de repente... ¡te metes por lo marrón, y todo cambia! La conducción es diferente, la sensación es diferente, e incluso la gente es diferente. Vuelves a disfrutar de lo que más te gusta, andar en moto, pero con la sensación de volver a estar empezando.
Y te puedo jurar que la buena compañía de la gente de este foro, como dice, Jare800, hace que aún sea mucho más agradable.
Así que, ¡BIENVENIDA DE NUEVO!