Calla, calla, vaya susto me llevé con la mochilita dichosa, lo del móvil sin problemas, tengo una parienta que no me la merezco.
Y eso que suelo dejar la llave de la moto en la mochila para evitar olvidarla, pero el sábado la deje con los guantes en el casco y el camel-bag se quedo en la silla, que al meterla bajo de la mesa se me pasó, en fín, menos mal que acabó bien... hasta la próxima.