Sigo con aquella aventura. Mas vale tarde que nunca. O..."despacito y buen aletra..."


El sábado 16 de agosto de aquel 2008 llegamos a la falla de Bandiagara.

Habíamos acampado "a un tiro de piedra" de la falla de Bandiagara, a unos cuatro o cinco kilómetros del poblado indígena de Shanga que la dominaba desde todo lo alto: Desde que habíamos llegado al Sahel hace unos días siempre habíamos estado tomando ese tipo de precaución; como podía caernos El Diluvio Universal en cualquier momento solo acampábamos en sitios cerca de algún "campement", algún hotel o algún refugio en el que protegernos. Pero esa noche la habíamos vuelto a salvar secos aunque se habían visto relámpagos por el horizonte, hacia el nor-oeste. Nos levantamos al amanecer, recogimos las cosas y nos presentamos en el "htl-campement""La Guina" de Shanga para volver a desayunar otra vez: Este tipo de "campements" o “casas de paso” se hacían en todos los poblados de África Negra; siempre había un lugar destinado por la comunidad para que pasara la noche un viajero de paso. Se lo solían dar a alguna mujer mayor del pueblo, alguna viuda que quisiera ocuparse de ello. En algunos poblados solo eran desastradas chozas de barro abandonadas, pero en otros se habían ido transformando en acogedores albergues, poco a poco. Como aquí. Este estaba bastante bien, y casi parecía un hotel. Tenia unas veinte habitaciones distribuidas en varios edificios de diferentes categorías, los mas modernos dotados de todo tipo de comodidades... ¡africanas, claro!.