Es Domingo, estoy de Rodríguez, hay bastantes horas de sol y viajo solo por lo que no tengo prisa por comenzar ni por terminar o realizar variaciones en la ruta prevista.
Mi pequeño viaje y aventurilla carece de merito, solamente hay que tener afición montañera, algo de práctica con la moto y voluntad para meterte en el berenjenal que te salga por delante y saber sortear los inconvenientes.

Al inicio me encuentro casualmente con Txingui en un conocido bar de Artxanda, una elevación sobre la ciudad y tradicional lugar de expansión de los bilbainitos y bilbainitas, además de lugar de visitas frecuentes de los turistas (funicular, buenas vistas, paseos, hostelería etc.).
Allí en el restaurante El Txakolí, mientras desayunábamos comentábamos el desarrollo de la pedazo aventura de Indarktm, posteriormente marcha a sus obligaciones familiares y yo comienzo la ruta.

* Foto del txakoli actualmente y a principios del S.XX (No son de mi factoría, las dos fotos están tomadas por la red).



Comienzo calentando por las primeras y habituales pistas rotas, me encuentro en buena forma y presiento que va a ser un día completo.
Después de un abrupto pero grato comienzo, continúo con pistas agradecidas.


Hay de todo, en un tramo las pistas se abren y en el siguiente tramo se cierran y mas adelante se complican….Algo cíclico por los montes de Bizkaia


Por la mañana se intercala el calor con momentos de frescor, el tiempo está inestable, por un momento pienso que puede llover y no llevo anorax.


Hoy la bajada está seca, pero habitualmente parece un tobogán, resbala de cujons y no hay taco que se le resista. Aquí hace masa hasta el apuntador.


Este tramo es alternativo al de los surcos profundos de su izquierda, se cruza agarrándote a los árboles, pero hoy no va a ser necesario.


Como las monturas del salvaje oeste, abrevando en el riachuelo.



Me acabo de comer unos repechos de esos que si todo sale bien da un gustirrinin que te pasas, alguno de ellos solo apto en tiempo seco, y aun así en algún tramo he subido en volandas. Lo importante es que la moto no se pare.
Esto es el final, la maleza se come la pista rota.


Continuo, y después de pisar charcos y subir repechos llego a la famosa cumbre de la ermita, todo está saliendo bien.
Me encuentro a Jesucristo García, hago un caballito y salgo al escape.

Más info. sobre el personaje.
http://www.youtube.com/watch?v=2DpqV3joVOE

Es lo que tiene los cambios de obispo, el año pasado nos pusieron a Alizeé, ¿os acordáis?
http://www.motostrail.com/vb2011/sho...light=alize%E9

Lo ultimo que se de ella es que está en buenas manos, alojada en la firma de un afamado Bizkaitrailero en otro foro de mototraileros.


Aprovechando mi sosegada soledad, aprovecho para explorar por las inmediaciones de lugares de paso para ir haciendo las rutas lo mas camperas posibles, por unos lados mas anchas y por otras mas comidas por la escasez de transeúntes.



Que gratitud de día, kilómetro mas kilómetro ¡¡como disfruto!!


Todavía no me he encontrado con nadie a mi paso, la moto ha tenido mas suerte, se para a saludar a su primo, el de Zumosol.


Serán sobre las 2,30 p.m. en el Oiz, me he complicado la vida subiendo alguna pista resbalosa y ahora toca comer el bocata, estoy en una mesa de merendero mirando al sur, por el norte viene viento fresco y de mientras dejo la moto pastando.