Bueno, pues aquí os pongo el trozo de la crónica referente a lo que hice por pistas en la concentración de este fin de semana pasado por tierras Granadinas.
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Terminada la comida (en Trevélez) y sin casi reposar, se retomo la ruta. Esta vez el grupo se partiría en dos, unos iríamos hasta Capileira por pistas y el resto por carretera. Javi “Superafrica” sabiendo que yo llevaba el track en el GPS me pidió que guiara al grupo de campo, tarea que compartí con uno de sus amigos del “Sur Motorclub” (desconozco su nombre).
Trevélez, visto desde la Pista
Paisaje Alpujarreño
La pista, a excepción del principio con unas curvas cerradas de arena en subida, era muy transitable hasta para ir con paquete.
Xavitwin e Isa
Diría que la pista mejoraba según avanzábamos
Reagrupándolos en un desvío
Grego
Vistas
Víctor y Txe
Con la pista tan buena, y pocos desvíos que pudieran llevar a confusión, me dio tiempo a ir parando de vez en cuando a sacar fotos del paisaje
Una autofoto, con las cumbres nevadas
Vista de Capileira desde la pista
Tras la autofoto llegaron Xavi e Isa
Seguidos de Grego
Llegados al asfalto, en vez de bajar al pueblo, algunos decidimos subir hacia el Parque de Sierra Nevada. Tras un poco de asfalto comenzó de nuevo la pista
Xavi e isa, y Grego detrás
Unos kilómetros más adelante encontramos la barrera que impide el acceso a los vehículos, junto a la caseta del guardia.
Nos pusimos a hablar con el guardia, un tipo majísimo que nos contó historias y que escucho las nuestras. Lo primero que nos dijo es que nunca habían subido hasta allí tantas motos juntas, y eso que éramos solo nueve... Fue tan simpático que nos hizo esta foto al otro lado de la barrera.
Después de un buen rato de conversación, volvimos por donde habíamos venido.
Cuco y Grego
Yo le había preguntado al guardia si se podía uno meter por una pista que existe más abajo y como me había dicho que sí, que era de un particular y que fuera hasta donde pudiera, pues me metí en solitario en busca de una foto más cercana de las cumbres
foto que me iba a costar un trozo de la maneta del embrague, pues al dar la vuelta a la moto se me fue al suelo con tan mala fortuna que la maneta dio en una piedra partiéndose. Bajando encontré a Javi bajamotors, que había cogido otra de las pistas hasta donde pudo, y juntos bajamos hasta ya en el pueblo encontrar al resto.
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