La mañana se presentaba con un día completamente cerrado de agua y con un suroeste que no daba tregua, sin embargo en el punto de encuentro acordado se presentaban Tonicu y un servidor, contra viento y marea y con unas ganas irrefenables de monte, por parte del rider de la Kati con ánimo de probar la dureza de la nueva pintura con la que vistió a la 640 (parece ser que se empleó una misteriosa mezcla de pinturas a base de martelé, duco y acuarelas varias), y por mi parte después de tener a mi querída Domi en los talleres Nova Eira (como dice Albepa), dispuesto a rodar ese cilindro y pistón recién cambiado y ya de paso hacer tests con la supensión delantera, con nuevos tarados, asentar pastillas de freno y sacarles la grasilla a las gomas delantera y trasera. El tema es que un Tonicu muy inspirado como primer guía de la mañana, imprimía un ritmo por la zona costera en dirección a Valdovíño que podemos definir como... muy fluído !!, sobre todo contando en el límite de 4.000 r.p.m´s que me marcó el preparador del celindro de la Hondíta durante unos 1.000 kms., las bajadas sobre tierra vegetal con agua bajando por las roderas en cantidades industriales, seguídas de trozos de pista estílo Pikes Peak para luego de golpe desviarse hacia cualquier lado y hacer una subída al límite de tracción se sucedían como algo natural, lo dicho, un Tonicu muy inspirado hizo que la primera parte de la mañana nos sacase algunos cl. de adrenalína por los poros y ya de paso una poca de humedad
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A media mañana me tocó a mí el ir de guía, con lo cual abandonábamos la zona costera para adentrarnos hacia el interior y ya de paso rodar por zona un poco más resguardadas del viento y, como no, más embarradas todabía si cabe. Intentamos el ataque a una zona que frecuento con el ATV, pero las condiciones del terreno no nos permitían subir uno de los pasos compicados..
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en este terreno los tacos es como si no existiesen !!!
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una vez salimos de esta zona, nos desplazamos a un mirador desde el cual se podía ver todo esto...
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aunque, parecía que el tiempo nos iba a dar una tregua, nada más lejos de la realidad, justo en un barrizal donde decidí lavar la moto un poco, nos cayó una tromba de agua impresionante sin ningún lugar para poder resguardarse y con las motos clavadas en unas roderas importantes
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el teléfono de Tonicu ya empezaba a dar señales de humedad !!
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una vez salímos de semejante lío, seguímos por los caminos que ya casi, después de semejante chaparrón, parecían ríos hasta llegar a la zona de avituallamiento, donde nos tomamos unas viandas varias para meterle al cuerpo al que ya le alumbraba la reserva, algo de gasolina. No tenemos fotos del momento pués, cuando Tonicu sacó el Xperia ya manducáramos todo cuanto había, por cierto, hechamos de menos la cámara Lucky Strike Tonicu
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