Qué pena. Pero el menos sorprendido debe ser el propio Chivite, su moto tiene poco que hacer frente a las más modernas y debe ser consciente de ello. La pena es que los herederos de la marca Bultaco no le apoyan de ninguna manera, siendo como es uno de los participantes que más atención mediática genera en nuestro país, aunque solo fuera para vender más mochilas y camisetas. Si toda la familia era así no me extraña que la fábrica acabara vendida a Montesa.