¿Dónde está el límite de Laia Sanz? Ya está casi entre los 30 primeros. ¿Podríamos soñar con verla entre los 10 primeros, este año, o bien otro?
Yo pienso que sí, es su tercera participación y quizá esta sea la primera en que se lo ha tomado más en serio, las dos primeras ha ido a probar. No es la primera vez que ha ganado una carrera, o una manga participando con hombres (y a veces con otras mujeres).
El Dakar es parte de resistencia física, otra de resistencia mental y otra de buena mecánica y buena suerte. Laia es una mujer con una envergadura fuera de lo normal y mentalidad de campeona, además es todavía muy joven (los músculos pierden potencia y ganan resistencia al esfuerzo sostenido con los años), las mujeres tenemos más resistencia al dolor y a los esfuerzos sostenidos por naturaleza, y tiene una técnica brillante gracias a su práctica en el trial. Si en el plan dominguero más o menos podemos hombres y mujeres ir en el mismo grupo sin esperarnos mucho, ¿por qué no podría darse en el plan profesional?
Quizá solamente era cuestión de que llegara una mujer entrenada desde pequeñita y con mentalidad de campeona con las suficientes condiciones físicas, cosa que rara vez se da en los deportes de motor porque tradicionalmente ha sido cosa de chicos, y a pocas les han regalado motos o karts para que jueguen. Ella misma ha llegado de casualidad, se aficionó de ver a su hermano con la moto de trial, pero el padre según nos han explicado en Corbera, no había pensado inicialmente en que su hija hiciera trial. Quien sabe si su hermano hubiera tenido tanto éxito como ella y/o si su padre hubiera pensado que las motos no son para niñas, ella se hubiera tenido que dedicar a las muñecas por narices.
Me siento muy orgullosa de ella y deseo de corazón que quiten la categoría de Damas de motos, como se hizo con los coches por culpa de Jutta Kleinschmidt.
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