Yo también tengo el cuerpo lleno de agujetas (estoy en muy baja forma, habrá que sacar más la bicicleta a tomar el fresco) pero feliz. Me lo he pasado en grande, tanto por el recorrido como por la compañía, ha sido fenomenal compartir ruta y mesa con vosotros y conocer a los que no conocía. Además he tenido la suerte que la moto pese al chapuzón funciona perfectamente, y la cámara de fotos ha sobrevivido gracias al viejo truco de meterla con la batería y la tarjeta fuera en un paquete de arroz toda una noche. La compañía, inmejorable, y el bar recomendable. Me quito el casco con los de las GS que han aguantado como campeones la dureza del recorrido, no era demasiado difícil en teoría, pero el barro durante tantos km complicó el tema para las motos más pesadas.
Espero que lo del dedo de Xandre sea menos de lo que parecía, y por lo que sabemos el brazo de Antoni ha sido un susto que se resolverá con reposo.