Ayer salimos por los sitios habituales. Con las lluvias de las últimas semanas, todo ha cambiado mucho. Mucha tierra movida, roderas, piedras al aire y barro en lugares no habituales.
En una bajada larga habitual, cruza un camino transversal, horizontal, aparentemente inofensivo. PERO se había acumulado tanto barro y no habían huellas de marrones, que.... El que entró primero se metió hasta las trancas. La moto hundida hasta arriba de la rueda. Clavados en el barro hasta medio muslo ! Tres horas para sacarla.
Conclusión: No te fíes. Aunque esté dos semanas sin llover y aparentemente el monte esté seco, hay unos pozos muy traidores.

No conozco esa ruta, pero si puedes, pon tacos. Y la moto, cuanto más ligera, mejor.

Por si acaso. Estamos en el país del barro !!