Ya debe hacer unos cuantos años de mi última crónica en motostrail. Pero esta vez salí con ganas de parar, mirar y contárselo a alguien.

Hoy le tocaba a la XR, quería probar bien unas modificaciones recientes. Ruta trail muy tranquilota, ni siquiera llevaba puesto el equipo. En realidad para ir así de relax prefiero la Honda a la KTM, que te obliga a estar siempre más pendiente de la conducción.

Un poco de asfalto y empiezan las pistas. Vamos cogiendo altura. Aquí en la “era” (o como se diga en castellano) de una masía en ruinas.



La primavera trae buen tiempo y cachorrillos por todas partes.



La XR y yo llegamos a Sant Joan, extrañamente solitario este lunes por la mañana. Hasta el bar está cerrado.







Menos mal que hoy me había dado por llevarme bocata y agua, por primera vez en años también. Lo del libro sí que es habitual (una birra para el que lo reconozca).





Después de la comida y la lectura empezamos a bajar. Seguimos sin ver a nadie, solo algún animal de vez en cuando.



Y vuelta a casa disfrutando del dia y las vistas.







Hasta otra!