Yo comparo la moto con mi afición al montañismo. Cuando estoy subiendo algún pico y voy sufriendo, ya sea por el esfuerzo o dificultad del pico, o por las condiciones meteorológicas, me pregunto -pero qué coj**es hago yo aquí con lo bien que estaría en el bar con mi cafe y mi partida de guiñote? Sin embargo, al fin de semana siguiente estoy embarcao en otra igual.

Mis compañeros de club de montaña me preguntan qué encuentro yo en ir con la moto por los caminos a toda pastilla, les respondo que lo mismo que cuando subo a un picacho. Entonces ya no me preguntan más.


Es una droga, y además dura porque si te caes...