Precisamente, a que en una de ellas sigue habiendo actividad militar. En realidad, todos los bulos sobre fantasmas se lanzaron para desviar la atención. Si todo el mundo está fijándose en lo que pasa o deja de pasar en la iglesia o las casas derruidas, nadie presta el menor interés a lo que sucede a su alrededor.

España es firmante de prácticamente todos los tratados de No Proliferación y condena de armas nucleares, químicas y bacteriológicas, pero como todo hijo de vecino, durante un tiempo investigó -ahora, si no me equivoco, la mayor parte de la investigación la llevan ya civiles del CSIC y empresas de defensa privadas- todo lo habido y por haber. Ahí tenemos los misiles Aries, los Hovercraft andaluces y cosas mucho más oscuras como los intentos de construir nuestras propias cabezas nucleares y demás.

Muchas de estas cosas no tienen ya mucho sentido, entre otros motivos porque es tecnología obsoleta y España podría crear cabezas nucleares en cuestión de semanas si se lo plantease o lo necesitase, pero sigue quedando el poso y parte de los recursos e infraestructuras.

Y no solo esto. Hay instalaciones mucho más cotidianas, como arsenales con fusiles y armas ligeras y medias de todo tipo repartidos por toda la península desde hace decenas de años. El único que he visto, está cerca de la prisión de Nanclares de Oca, pero me consta que hay más y no me sorprende, porque todos los estados lo hacen. Es cuestión de previsión.