bién,. cogemos carretera de Almería y casi sin darnos cuenta ya estamos con nuestros anfitriones que nos tenían preparada una paellita de bienvenida







inexplicablemente no hay fotos de la paella, pero haberla, la hubo.
Después de comer nos dirijimos al centro neurálgico del Rally, el pabellón Moisés Ruiz





donde se quedarían las motos en el parque cerrado



y la organización nos haría entrega de una bolsa con los Road-Book, unos obsequios y los dorsales



que limpias, verdad??
Allí tuvimos la ocasión de charlar un ben rato con el gran Paco Martinez, y digo gran por que fué como si nos conociéramos de siempre,







comentando sus aventuras en el Dakar, de su nueva moto, hasta nos dejó subirnos a ella, eso sí, sólo sentarnos...