Con las gordas se sufre mucho en el barro y con esos neumáticos no quiero ni pensarlo.
Lo de meterse en esos berenjenales es algo que no es tan difícil que pase, incluso siendo prudente.
Avanzas pensando que no va a durar mucho, estás fuerte y fresco y no deja de ser divertido y aventurero. Pero la cosa no se acaba tan pronto como pensabas, te vas cansando, ya no es tan divertido y en un momento dado sin darte cuenta estás en el punto de no retorno. Es aquel en el que has de decidir si continuas o das la vuelta.
Continuar es meterte en lo desconocido cuando las fuerzas ya van justas y asumir riesgos importantes. Dar la vuelta significa lo peor: admitir la derrota, volver a pasar por donde las has pasado putas sin la recompensa de acabar lo empezado...
Es una decisión complicada, me ha pasado varias veces, una en Marruecos en la arena con la GSA, continuamos y conseguimos acabar pero hubo un momento en que vi la cosa muy negra, estaba fundido y éramos sólo dos, ahora lo pienso y podría haber acabado mal. La otra en la nieve de los Pirineos, fuimos prudentes y dimos la vuelta a tiempo y la peor en Cerdeña bajando por un pedregal con las maxi que si no llega a tener salida aún estaríamos allí.
Lo dicho: ojo con el punto de no retorno!

Pero si lo superas el recuerdo del mal momento pasa rápido y lo que queda en la memoria es lo que se ve en el vídeo, compañerismo, aventura, superación... seguro que cuando esos se reúnen sale siempre en la conversación el: ¿recuerdas el día del barro?.

A mi me ha gustado