Antes de que me llaméis de todo, esperad a leer los detalles.

Acabo de liquidar dos tercios de mi parque móvil de dos ruedas, así que toca renovación.
El caso es que mis motos favoritas son las trails, seguidas de las naked, así que por ahí andan los tiros.

Soy como vosotros, lo quiero todo, quiero una trail que sea un pepino por asfalto, y una maravilla de manejable por el monte.
Sobre el papel, la KTM 690 enduro R cumple con todo eso, a costa de sacrificar algo de comodidad y de practicidad.

Como cerca de casa venden una a precio razonable, para allá que voy.

Tengo que decir que solo he podido probarla brevemente en la parte trasera del polígono donde estaba el concesionario, y que el dueño debe pesar mucho más que yo o participar en carreras de supercross, porque la suspensión estaba más dura que la de mi Hornet 600.

El caso es que después de probarla he llegado a varias conclusiones:

El motor es brutal en marchas cortas, pero perezoso en marchas largas. Tiene una franja de potencia muy estrecha, es lo que ocurre cuando le sacas tanta potencia a un monocilíndrico.

Para uso diario queda totalmente descartada. Muchas vibraciones y manejo muy tosco.

Para campo también queda descartada. Es muy alta y larga, perfecto para pistas rápidas pero poco práctico para zonas ratoneras, y eso que me gustan las motos grandotas para el monte.

Tenía expectativas muy elevadas (llevaba dinero para la señal en el bolsillo), una moto potente, ligera, y con suspensiones de primera. Pensaba que sería una moto muy buena en asfalto y fuera de él, y me he ido con la sensación opuesta, que para asfalto queda totalmente descartada y que para campo prefiero mi cacharro con más de 20 años.

Sin embargo, la veo como una moto perfecta para viajes desérticos por Marruecos, o como competencia de la XR 650, pero con arranque eléctrico.

Si alguien me va a decir de todo por esta opinión, espero que al menos haya probado la moto.