La verdad es que creo que después de ir ya Manuel casi acabando la crónica, queda un poco raro que yo empiece otra vez, puede que os líe un poco y no sé si hacerla en otro post... En fin
Continuamos viaje. Segundo día de ruta.
Con cualquier otra moto, a la hora que salimos, ya estaríamos en destino en el primer día, pero la Ural es otro mundo y te tienes que tomar el viaje de ida y vuelta como parte de las vacaciones, no sólo como un método para llegar a destino.
Esa primera noche dormimos bastante bien, entre las pocas horas de sueño de la noche anterior y que a partir de las 22:00 horas en el camping no se oyó ni una mosca. Fuimos por carreterillas secundarias, el día estaba algo encapotado. En un momento nos encontramos con una bandada de buitres:
Habitualmente el desayuno consistía en una ración de proteínas en polvo (así nos asegurábamos tomar al menos una ración de proteínas de alta calidad al día). Solía ir acompañado por un café con leche y un trozo de pan o algún bollo de la zona. A media mañana parábamos a almorzar algo de embutido. Había días que hasta después de montar la tienda no tomábamos nada más, había que aprovechar para hacer kilómetros, ya que a las 18:30 -19:00 había que parar a buscar alojamiento.
Este día aprovechamos para hacernos una foto juntos después de almorzar:
En la ruta me chocó mucho la decoración de esta casa:
El día seguía cubierto, pero la verdad es que tuvimos bastante suerte en general y no nos llovió tan apenas durante el día (otra cosa fue la noche y varios días tuvimos que recoger la tienda de campaña mojada).
Algunos de los pueblos por los que pasábamos tenían monumentos curiosos, pero la verdad es que hicimos muchas fotos sin saber dónde exactamente (me refiero a las que se echan en marcha):
Pasamos por bastantes zonas de bonito paisaje:
Pistón se iba acomodando según las ganas, a veces iba encima del que ocupaba el sidecar, a veces abajo y terminaba por dormirse en algunos tramos:
Tomamos dirección Arles. El cielo seguía cubierto de nubes y al pasar por este puente, la vista era realmente preciosa:
Entre unas cosas y otras se nos hicieron las 6 de la tarde. Hora de empezar a buscar alojamiento. Nos salimos de la ruta porque vimos el cartel de un Carrefour que suele tener la gasolina económica (y también vimos un cartel de hotel a 29 €....). El objetivo era la gasolinera. Entramos en Tarancón que es bastante bonito:
Fue toda una odisea porque en muchas zonas de Francia las cosas no están bien señalizadas. Estuvimos como una hora dando vueltas para encontrar la puñetera gasolinera. Al principio no importaba porque, como ya os he dicho, el pueblo es bastante bonito, pero al final los ánimos se estaban crispando. Por fin encontramos la gasolinera, entre unas cosas y otras eran algo más de las 19:00, hora tardía en Francia para salir de nuevo a la ruta y llegar hasta la siguiente población para buscar un camping. Como digo, estábamos algo crispados por no haber encontrado antes la gasolinera y haber estado dando más vueltas que un pirulo. Justo al lado de la gasolinera estaba el hotel del que habíamos visto el cartel al principio:
Como se ve en la imagen, el precio es de 29 €. Es una especie de copia de los Fórmula 1, que son hoteles que conocemos y nos gustan, son económicos para Francia y, aunque tienen el baño en el pasillo, en la habitación hay un lavabo, están limpios y son muy cómodos ya que funcionan de forma casi automática durante todo el día.
Pues bien, NO entreis en un Lemon hotel, al menos no en el de Tarancon. Está sucio, realmente sucio, no me atreví ni a que Pistón se tumbara en la moqueta por si cogía algo. Las paredes estaban con humedades, el sitio era realmente horrible. Para colmo de males, tuvimos que esperar a la chica de recepción para coger habitación, y aunque en todos los carteles ponía de precio 29 €, la cosa tenía letra pequeña, era desde 29 €, así que en julio y agosto costaba 39 € (pedazo de mentirosos, en la habitación el cartel con los precios ponía 29 €, pero por no perder tiempo no llamamos a los gendarmes). Aparte tuvimos que pagar 1 € por las tasas turísticas, así que la habitación fueron 40 € (y pretendían cobrarnos por el perro pero nos libramos). Nuestra teoría es que cuando un hotel de la cadena de F1 (que son totalmente recomendables) ya no está en condiciones como para poder alquilarlo, lo dejan a precio de saldo y lo coge esta otra cadena para seguir explotándolo y engañando a la gente que coge sus habitaciones. Al menos las sábanas estaban limpias (era lo único).
No eran horas como para buscar otro sitio, así que nos quedamos allí, le dimos un paseo al chucho, cenamos de camping gas en las mesas que hay en la entrada del hotel y a dormir.
Tapamos la Ural con la funda y menos mal, porque estuvo toda la noche lloviendo. La verdad es que le fue muy bien pues el sidecar amaneció seco.