Ir no garantiza llegar; pero no ir sí que garantiza no llegar. La luz se filtra entre la vegetación. Luego adornos reciclados me situan camino de A Peroxa.
Pasado el pueblo, curioseo el paisaje con la ciudad al fondo, luego prosigo a mi aire.
Os animo a seguir respirando; es un gustazo. Tomo una pista que me acerca a O Campo de Amparo,
ermita y mesas estarán repletas el dia de la romeria. Salgo del lugar y seguimos rodando y sintiendo.
Tomo ahora una pista que no me lleva a donde pensaba...
...arriba esta San Vicente...
...llegando a Cunqueira, deshabitado y final de pista. Media vuelta y de nuevo al asfalto. Pensamos por
encima de nuestras posibilidades.
El rio Búbal es el mas modesto de los tres que confluyen en Os Peares, pero ofrece la mejor zona de baño.
Atravieso la presa y ya estoy por tierras de Lugo.
Las apariencias no engañarían si no olvidásemos en ningún momento que son apariencias. No voy por la
izquierda, he tomado la foto hacia atrás; No me colé delante del camión, esperé para incorporarme.
Los paisajes pasando por Guítara, Escairón y Currelos, ofrecen serenidad.
Soy como estoy, parece decir un pletórico rio Miño.
Escribiría eso que estás pensando, pero no voy a plagiarte. Y así, me palnto delante del puente de
Mourulle, el único que cruza el rio entre Belesar y Portomarín.
Lo paso. En el fondo la vida se parece mucho a la realidad, evocando que en el 2010, debido al vaciado de
la presa surgió el antiguo puente. Tiene otra elegancia.
En este pequeño rincón de mi tierra os dejo hoy; solo me queda subir a Taboada y pisar la nacional para
regresar.
Puestos a decir amén, prefiero hacerlo sin la tilde.
Texto: J.Luis Cuerda y Carlos
Fotos: Carlos
Saludos.