¡Qué bueno! Y es que los perros son la hostia. El mío sale disparado hacia el balcón cuando cualquiera de nosotros llegamos con nuestras respectivas motos, y es que oyen (y distinguen) el ruido del motor cuando todavía estas a dos calles de casa.
En cuanto a la despedida a la "francesa" del DRJoan y yo, era porque se nos hacía muy tarde. Aún teníamos media hora para llegar al coche/remolque, un rato largo para cambiarnos y cargar las motos, y mínimo dos horas y media de trayecto hasta casa. Nada más arrancar nos llovió, fuerte en algunos tramos, y llegamos a las tantas...
La verdad es que me apetecía mucho quedarme a tomar algo y charlar un rato, pero....