El último tramo de la pista Merzouga - Zagora, unos 40 kms, ahora es una autovía sin asfaltar, que le ha quitado bastante encanto a esta ruta, ya que antes se cruzaba un puerto por una pista retorcida muy divertida. Aunque gracias a esto por una vez hemos llegado de día.
Y bastante cansados llegamos al camping Oasis Palmiers, que por ser clientes habituales nos deja una estupenda habitación a precio de acampada, y que también dispone de cervezas muyyyy frías.
Y aquí tragedia! Nos prestan un portátil para pasar los vídeos de la cámara a un pendrive, pero está cargado de virus y liquida las dos memorias.
Afortunadamente hemos conseguido recuperar unos cuantos vídeos, pero otros se han perdido.
Aquí, la batería de la Funduro empieza a dar sus primeros síntomas de fatiga.
A partir de este momento, y por cuestiones de tiempo, toca volver por asfalto.
Nos pegamos unas buenas sesiones de curvas por las montañas yendo hacia Marrakech, aunque la Funduro cada vez tira menos.
Y llegando a los barrios periféricos de Marrakech, tras un par de petardazos la BMW dice basta y se queda parada.
Analizando el problema, decidimos que lo más probable es que la batería esté muerta.
Después de un curioso periplo, que nos lleva a negociar con un chino empresario, que le vende motos a marroquíes (la globalización), conseguimos una batería relativamente parecida, y podemos continuar hasta el camping "Le relais de Marrakech", mi alojamiento favorito en esta ciudad, por su ambiente, sus precios, su piscina, y sus.... cervezas frías.
Un poco de turismo por la ciudad, así como una buena cena en la plaza Djma El Fnaa (a precio de turista novato), y a la piltra.
El día siguiente, decidimos subir relajadamente por la costa haciendo turismo. Primera parada El Jadida, antigua ciudad portuguesa fortificada.
Pero cuando vamos llegando a Casablanca, el estado de la corona de la BMW es alarmante, no parece que vaya a poder llegar a España.
Decidimos coger la autopista e intentar llegar lo más lejos posible.
Finalmente conseguimos llegar al puerto de Tanger Med tras un palizón de autopista, pero perdemos el barco y no salimos hasta las dos de la mañana.
Desembarcamos en Algeciras, y de camino a Tarifa nos pilla una tormenta bestial. Llegamos calados a las cinco de la mañana, y nos buscamos un hostal para descansar.
Al día siguiente toca retorno en furgoneta.
Llegados a Alicante, sacamos las motos y cada uno para su casa.
A dos kilómetros de llegar, la corona de la Funduro dice basta, y acaba el viaje en grúa, pfff, por los pelos.
Un pequeño vídeo resumen del viaje, aunque faltan algunos trozos buenos por culpa del virus informático.