Día 6 Lago Balaton - Budapest. 153km. 2h
Hoy es nuestro día de descanso... vamos a patearnos Budapest!
Como viene siendo habitual, madrugamos, nos comemos cuatro galletas y recogemos nuestras cosas para salir rápido. Nos encontramos a unas 2h de Budapest. El plan de hoy es pasar por los alrededores de Tihany y luego tirar millas hacia Budapest.
Tihany está en un cacho tierra que se adentra en el lago. Desde allí hay buenas vistas del Balaton (ya era hora!).Por la orilla hay un paseito muy agradable donde un montón de gente viene a pasar el día a pescar, a nadar o a pasear con sus barquitos.
Creo que este árbol me está diciendo algo
Visto el lago por última vez, pillamos autopista (que para eso la pagué ayer!) pero esta vez sin atascos ni cortes y fácilmente llegamos a Budapest.
En la capital hay dos campings (que sepamos). Viendo las webs, uno tenía pinta de ser tipo el que estuvimos ayer, grande y masificado. El otro era un camping de moteros pequeñito y familiar. Está claro dónde fuimos, ¿no?
El Budapest Biker Camp (http://www.bikercamp.hu/) viene a ser.... el jardín de la parte de atrás de una señora, acondicionado para camping, con sus aseos, duchas, cocina, barbacoa, mesas para estar, tendederos…
Muy acogedor. Llegamos, plantamos la tienda y aparcamos la moto hasta el día siguiente y nos dedicamos a patear Budapest lo que nos queda de día. Vámonos a ver la ciudad!
Budapest es bastante grande. Como no teníamos demasiado tiempo hoy decidimos ver los monumentos más emblemáticos por fuera. Seguro que hubiéramos necesitado un día más para verlo bien, pero nuestro objetivo no era ver capitales así que con quedarnos con la estampa general nos dábamos por satisfechos.
Vimos su enorme catedral…
El parlamento, lo mejor de Budapest.
Coincidimos con el cambio de guardia. Estos señores estaban haciendo la ceremonia. Urmila lo veía como algo solemne... a mí me da mucha risa, qué queréis que os diga...
Visto el Parlamento, nos dirigimos a Buda, cruzando el imponente Danubio.
Encontramos este homenaje a los judíos fusilados a orillas del Danubio. El realismo de los zapatos combinado con la sencillez de la escultura resultan impactantes y emotivos.
Cruzamos por el puente de las cadenas.
Cuidado con los leones, muerden.
Se puede subir al castillo con un viejo funicular. Pero como somos jóvenes y lozanos subimos a pie.
Desde arriba hay buenas vistas de la ciudad.
Arriba todo muy majo y requete-restaurado, parece de mentira. Además, con la cantidad de tiendas y restaurantes que hay, parece un centro comercial, demasiado para nuestro gusto…
Como curiosidad, a algunos miradores se accede desde las cafeterías.
Y pateamos… y pateamos… y visitamos más cosas pero tampoco os vamos a hacer el tour entero, si queréis verlo id! XD
Para finalizar el día no podía faltar un balneario, que estamos en Budapest! De los muchos que hay, nosotros elegimos el Szechenyi. Nos costó unos 3800 HUF (unos 12€) por persona y puedes estar hasta tres horas.
Dispone tres piscinas exteriores y tropecientas interiores, con distinta temperatura y propiedades. También n porrón de saunas a diferentes temperaturas y humedades, la poza de agua gélida y nuestro amado “cubo romano”. Quien no lo haya probado que lo pruebe
Foto a la salida:
Mientras el metro más ruidoso del mundo nos transportaba de vuelta al camping, hacíamos balance del día. La verdad es que Budapest es muy bonito, pero nos impresionó menos de lo que esperábamos. La conclusión a la que llegamos fue que tiene monumentos muy grandes y muy bonitos pero que se encuentran lejos unos de otros, con lo cual no te da la sensación de cohesión. Y además, como opinión superpersonal, creemos que se le da más bombo del que se merece.
Ya por la noche la moto tuvo su particular balneario en el Biker Camp.
Este era uno de nuestros días de "descanso" y llegamos rebentados, así que un poco de cous-cous, un vistazo rápido a los mapas del día siguiente y al sobre
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