Mientras buscamos una pista, vemos algun monumento bien merecido y la arquitectura colorista del Musac de León.... bueno no, del colegio de Quins.
Una pista facil a tramos, nos llevará a la orilla del Miño.
Lo que parece una torre medieval es en realidad una antigua construcción de un transformador.
Las torretas de alta tensión rodean el cañón del Cerves. No gustan pero las necesitamos.
Penavaqueira parece dejarse abrazar por la montaña. Al acercarnos, el frio apenas deja elevarse al humo de sus estufas y cocinas.
Seguimos para abajo. Prexigueiro y Vilaverde forman parte del paisaje.
En un rasante aparece el monte Coto Novelle. La montaña va sombreando Francelos. La pista se complica a veces. Pero acabamos llegando al asfalto.
Un poco de luz, sombras y reflejos.
El sol quiere irse pronto, la temperatura vuelve a caer pues hace un rato tuvimos 7º de maxima. Guantes en posición II y volvemos.
Pero no retornaremos a casa por ahí arriba...
... el dia, la moto y yo nos merecemos un regreso mas espléndido.
Hasta otra.